
Las ruinas de los edificios y las estructuras de civilizaciones pasadas nos enseñan la verdad del versículo de hoy.
Todo lo que vemos está en plena marcha hacia su destrucción y hacia el olvido. Pero no tan solo pasa el mundo, pero todos nuestros planes, todos los sueños y todas las ilusiones; se hacen humo, y... se van.
Pero aún si se cumplen nuestros deseos y sueños… ¡Que pronto se desvanecen! ¿ Y luego qué?
“Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio.”
Hebreos 9:27.
La única preparación para esto es recibir a Cristo en tu corazón y vivir por él. La salvación y la felicidad en Cristo no se acaban como las cosas de este mundo, sino durarán para siempre.
Hay que entregarse a Cristo ahora porque el tiempo es corto, y muy pronto se cerrará la puerta de la salvación y tendrás que aparecer ante el tribunal de Dios para ser juzgado. Que Dios te bendiga y te ayude. Amen.
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