
Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.
Dios conoce todo lo que somos, todo lo que hacemos, todo lo que pensamos, para el Señor no hay nada oculto, asi que, el Señor ya conoce a los que son suyos, si ud es de los que dice que es de Dios y peca, a quien engaña? a Dios o a los hombres?
Pero si ud es de los que leyendo la palabra dice, yo con mi pecado, estoy alejado y no soy de Dios por esto, Gloria a Dios!
Este es el paso que Dios busca de nosotros, reconocer nuestros pecados, y (muy importante) alejarnos del pecado, para poder acercarnos a Dios, para que el nos considere suyos.
Además, nos sigue diciendo que si tenemos iniquidad, maldad, malos actos, malos pensamientos, y toda cosa maldadosa en nuestro corazón, no podremos invocar su nombre, invocar significa, llamar a alguien en especial a un poder superior para pedir auxilio o protección, en pocas palabras, si necesitamos a nuestro Señor, debemos apartarnos primero del pecado.
Asi que, si seguimos los mandamientos que nos deja el Señor en su palabra, la cumplimos, estaremos sellados y seremos reconocidos como sus hijos, y hay que seguir su consejo, de alejarnos de iniquidad, para poder invocarlo y que el nos escuche.
MarcosG.
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