
Profecía Iglesia Cristiana Alfa y Omega, llano de Jorge, San Antonio del Táchira, Venezuela.
La profecía fue por medio de la Hermana Leonor Sanabria.
Nos decía el Señor, viene guerra civil para Venezuela, porque estoy hastiado del pecado de la idolatría, de los ídolos, del pecado de la idolatría de la política, estoy hastiado de que aun mi pueblo ha creído en la política, ha confiado en el hombre, estoy hastiado de que el hombre no confíe en mí, sino en la política, han llegado a confiar en la política y en el hombre.
He dado la orden, todo está listo para que acontezca,
entraran a las casas, a matar personas, solo por el hecho de no ser afectos al gobierno o por no ser de su color político, hare que se hastíen, que aborrezcan, que saquen del corazón la política, hare que ellos mismos reconozcan el pecado, que se hastíen de confiar en el hombre, que aborrezcan la política, no querrán saber nada más de política, ni del hombre, solamente confiaran en mí, dice el Señor.
Los llevare al filo de la muerte, o al borde de la muerte, donde no tendrán opción si no confiar en mí, donde de allí estando al borde de la muerte, al tener un encuentro con la muerte, ahí si empezaran a creer a confiar en mí, empezaran a clamar, y a pedir misericordia, que yo los libre, y yo los librare, todo aquel que clame a mi dice la palabra, en el libro de los Hechos, que todo aquel que embocare el nombre del Señor, será salvo, desde allí lo llevare a tener un encuentro con la muerte, porque mi pueblo no ha querido tener un encuentro conmigo a las buenas, tendrán un encuentro con la muerte y desde allí se volverán a mí de todo corazón, desde allí suplicaran de todo corazón a que los libre y yo los librare.
Porque si no hago esto, mi pueblo se pierde, lo hago por amor de mi pueblo, por salvar esta nación, este país, por salvar una iglesia, por purificar una iglesia, porque quiero una iglesia limpia, quiero una iglesia sincera, quiero una iglesia que me busque de corazón, quiero una iglesia que no le sea difícil buscar mi rostro, que no le sea difícil quebrantarse en mi presencia, quiero una iglesia preparada y lista para mí, esa es la iglesia, por eso hare todo esto en Venezuela, hare todo esto a este país.
El señor exhortaba a su pueblo a no tener temor, a no tener miedo, que, si debieran de tener miedo, sería como dice la palabra en Isaías 8:11, Jehová sea vuestro temor y Jehová sea vuestro miedo, que, si tendrían miedo, seria de no estar bien con Él, de no estar en paz con Él, miedo de no tener buena relación con Él, si es de tener miedo es de no tener buena comunión con el Señor.
También nos decía, que en su palabra había mucha exhortación, mucha promesa a no temer, nos mencionaba el Salmos 27, Jehová es mi luz y salvación a quien temeré, o ¿qué es el hombre para que le tema?, o ¿qué es el hombre para que me atemorice? El hombre es mortal, el hombre no tiene poder, y eso a Dios le aborrece que el hombre tenga temor al hombre, el temor es un pecado, que, si alguien tenía temor, no era de su pueblo, porque el pueblo que conoce a Dios no teme.
También nos exhortaba el Señor a que confiáramos en la palabra, que nos iba a probar como a Abraham, él quiere una iglesia como Abraham, que era amigo de Dios, por la confianza que él tenía en el Señor, que estaba dispuesto a darlo todo, y nos decía el Señor no quiero que le teman ni a la muerte, quiero sacar el miedo, el temor de mi pueblo, por eso los llevare al borde a enfrentarse, a tener un encuentro con la misma muerte, para que no le teman ni a la muerte, porque el morir dice su palabra, que es ganancia.
Nos llevaba también el Señor a Isaías 26:3-4, tu guardaras en completa paz, aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti a confiado, confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor esta la fortaleza de los siglos. Es un pecado tener miedo, si alguien hay que tenerle miedo es al Señor, y a no tener comunión con él, a no tener nuestro corazón quebrantado, nos decía el Señor que teníamos que aprender a tener intimidad con Dios, nos comparaba con la intimidad que se debe de tener en el matrimonio, que, si en el matrimonio no hay intimidad, se acaba el matrimonio, si no hay intimidad no hay amor, si no hay amor no hay nada, seriamos completos desconocidos delante del Señor, el Señor no quiere desconocidos, quiere gente con intimidad con el Señor.
El Señor nos decía, que hay descuido, muerte espiritual, abandono espiritual, dejación espiritual en medio de su pueblo, todo esto acontece porque nos olvidamos, o estamos pendientes de lo que está sucediendo, y nos olvidamos de buscar la presencia del Señor, sobre todo quebrantar el corazón, de una búsqueda de corazón, donde se derrama el corazón en la presencia de Dios, como dice en el salmo 32, derramar delante de Él en todo tiempo pueblo mío su corazón, como ríos, como aguas.
Que lo único, que nos guarda y nos protege es el Señor Jesucristo, así como en el éxodo, el Señor siempre da a conocer sus secretos, como dice la palabra, no hará nada Jehová el Señor sin que antes muestre a sus siervos los profetas, lo que él va hacer, y en éxodo, cuando iba a pasar el ángel destruidor para matar a los primogénitos, el señor dijo que se matara un cordero sin defecto y con la sangre del cordero pintáramos los dinteles de la puerta, y que cuando el ángel destruidor o estos hombres perversos y malos, pasen por las casas en Venezuela, nuestro barrio, nuestras aldeas, vea el ángel destruidor, la muerte vea, la santidad de Dios, la fe, que el pueblo confía en el Señor, y que vea la sangre del cordero, la confianza, la fe, en Él, el ángel destruidor no entrara en nuestros hogares, porque el Ángel de Jehová estará parado en la puerta de cada hogar, de cada cristiano, y allí no entrara, este espíritu de muerte, Dios permitirá lo que hagan estos hombres.
Dios es el que ejecuta, esta sentencia, porque lo hastiaron con el pecado de la idolatría, por haberse hecho seguidores de hombres y no de Dios, y este es el secreto, así que el pueblo de Dios, el señor les dijo que no teman, que hagan muros y antemuros con la palabra, que cuando pase el espíritu de la muerte para destruir vidas, el vera el Ángel de Jehová parado en los hogares de los hermanos, y aquellos que confían en su palabra, porque él dice que el guarda en completa paz, aquel cuyo pensamiento en el persevera, confiad, que Jehová es mi luz y salvación en quién temeré?, también nos da salmos 91, la promesa, el que habita al abrigo del altísimo, morara bajo la sombra del omnipotente, así que es una confianza de corazón, y esto se consigue orando en la presencia del Señor, pero no de 5 minutos, ni de una hora, hay que pasar horas en la presencia de Dios, clamando, en vigilias, para conseguir que de nosotros huya el temor, también está la promesa, en el libro de 1 Juan 4:18, porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. Y allí comenzando en 1 de Juan 2:5 está la respuesta para vencer este temor.
Esta es la palabra del Señor, nosotros no tenemos temor, porque el Ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende, cuando pasen estos hombres destruyendo, quererse meter en las casas, ese espíritu que los domina a ellos, lo cual es enviado por Jehová de los ejércitos, vera al Ángel de Jehová, parado en los hogares, el Señor nos dijo una vez, que si no teníamos muros, que si no teníamos rejas, que no se preocuparan, porque el nuestro muro y antemuro, cuando pasen estos espíritus enviados, Dios permitirá que pasen, lo cual es enviado por Jehová de los ejércitos, porque Dios quiere sacar del hombre todo este pecado de idolatría, de haberse hecho seguidores de hombres y no de Dios, tener a Jesucristo en nuestros corazones, en el dintel de nuestro corazón, estos espíritus verán al Ángel de Jehová parado en nuestros hogares, y pasaran de largo.
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